El entorno financiero actual exige un replanteamiento de los hábitos de inversión. Aitor Odriozola, Director Ejecutivo Senior en BBVA, subraya que el dinero debe trabajarse, lo que significa que estar presente en los mercados es más crucial que nunca. En este contexto, la diversificación se convierte en la palabra clave, ya que los inversores españoles adaptan sus estrategias para mitigar riesgos y maximizar oportunidades frente a un panorama de volatilidad creciente. Odriozola destaca que cada vez son más quienes optan por diversificar sus portafolios, no solo a través de acciones locales, sino también explorando mercados internacionales, lo que refleja un cambio significativo en la mentalidad del ahorrador tradicional hacia un enfoque más proactivo y rentable.
La inversión en fondos cotizados en bolsa (ETFs) ha experimentado un auge notable en España, según los últimos datos proporcionados por BBVA Trader, donde se observa que el porcentaje de inversión en renta variable estadounidense ha crecido sustancialmente, alcanzando cifras del 25-30% en los primeros trimestres de 2025. Este creciente interés en los ETFs resalta cómo los inversores están evolucionando, trasladando su enfoque desde el simple ahorro a la búsqueda activa de rentabilidad. Odriozola menciona que estos instrumentos no solo permiten una gestión más ágil de las inversiones, sino que también facilitan el acceso a diferentes sectores y geografías, lo que es vital en un entorno financiero donde la certidumbre es escasa.
Frente a la volatilidad de los mercados, Odriozola observa un notable incremento en el uso de derivados por parte de los inversores, especialmente en momentos de inquietud y fluctuaciones acentuadas. La operativa en estos productos financieros se mantiene constante, pero la gestión activa es esencial para enfrentar la incertidumbre. La rotación hacia el mercado europeo se ha intensificado, impulsada por la búsqueda de oportunidades tras los máximos históricos en EE.UU. y las inquietudes geopolíticas que condicionan los flujos de capital. Así, la estrategia de diversificación se consolida como una respuesta necesaria para navegar estos tiempos convulsos.
La gestión del riesgo de divisas es otro de los puntos destacados por Odriozola, quien señala que operar en mercados fuera del euro se ha convertido en una necesidad para los inversores. Los más experimentados recurren a derivados o cuentas en divisas para protegerse de las fluctuaciones cambiarias, mientras que los inversores menos experimentados aún no consideran este aspecto como primordial. Este conocimiento es fundamental, ya que la cobertura del riesgo cambiario no solo protege las inversiones, sino que también puede abrir nuevas oportunidades en mercados más dinámicos y rentables.
Finalmente, Odriozola reitera que la volatilidad se ha instalado de manera prolongada en los mercados, impulsada por decisiones de bancos centrales y noticias sobre negociaciones comerciales. Sin embargo, dentro de este contexto incierto, la búsqueda de oportunidades en los mercados europeos es evidente, destacando a España y Alemania como puntos clave para la inversión. Por lo tanto, la diversificación, junto con una cuidadosa selección de acciones de calidad, se convierte en la estrategia esencial para gestionar carteras en este entorno cambiante, garantizando así que los inversores estén preparados para lo que depara el futuro.






