Las autoridades brasileñas han llevado a cabo una acción significativa al repatriar a un bebé de apenas 1 año y 4 meses, quien fue víctima de una red internacional de trata de personas poco después de su nacimiento. Según información proporcionada por la Agencia Brasil, este operativo se llevó a cabo en Portugal, donde el menor fue hallado en la región de Oporto. La repatriación del bebé forma parte de una investigación más amplia por parte de la Policía Federal de Brasil que, a finales de 2023, logró desmantelar una organización dedicada al tráfico internacional de recién nacidos, que tenía como destino principal Europa.
La cooperación entre Brasil y Portugal fue crucial en la localización del bebé, que había sido trasladado a una familia adoptiva en Portugal mientras se verificaba su verdadera nacionalidad. Importantes elementos de la investigación revelaron que los documentos que probaban su nacionalidad y nacimiento habían sido falsificados, lo que llevó a las autoridades portuguesas a actuar con prontitud y a solicitar la repatriación del bebé brasilero. Este proceso demuestra el comprometido trabajo en conjunto entre ambas naciones para combatir la trata de personas.
Una vez que se confirmaron los detalles sobre la nacionalidad del menor, la Justicia portuguesa aprobó la repatriación del bebé, un paso que fue realizado delicadamente para garantizar su bienestar. Para el traslado, un equipo de agentes federales de Brasil se trasladó a Portugal, donde durante varios días trabajaron en conjunto con la familia adoptiva, creando así un ambiente de apoyo y familiaridad para el niño, quien ya lograba reconocer a personas y lugares. Esta colaboración no solo enfatiza la importancia de la asistencia social en situaciones críticas, sino también la humanidad en el tratamiento de víctimas de tráfico.
Al regresar a Brasil, el bebé fue puesto bajo la custodia de una institución local que se encargó de su bienestar hasta que fue entregado a una familia brasileña adecuada. Tanto la familia que lo acogió en Portugal como la que lo espera en Brasil ya están estableciendo contacto para intercambiar información vital sobre el menor. Esto no solo facilitará una transición fluida, sino que también ayudará a mantener conexiones que pueden ser cruciales para el desarrollo emocional del niño, quien ha pasado por experiencias traumáticas.
La Policía Federal de Brasil ha destacado que esta exitosa operación está enmarcada dentro del Protocolo de Palermo, un acuerdo global diseñado para prevenir y sancionar el tráfico de personas. Desde su ratificación en 2004, Brasil ha mostrado un compromiso firme para combatir esta problemática. Este caso subraya la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el tráfico de personas y la protección de los derechos de los más vulnerables, como los niños, quienes son frecuentemente los más afectados por estas redes delictivas.






