La depresión tropical Tres-E se intensificó este domingo, convirtiéndose en la tormenta tropical Cosme, la tercera de la temporada de huracanes en el océano Pacífico. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), este fenómeno meteorológico se encuentra a unos 935 kilómetros al suroeste de Playa Pérula, Jalisco, y a 1,075 kilómetros de Cabo San Lucas, Baja California Sur. A pesar de su creciente intensidad, con vientos sostenidos de 75 km/h y rachas de hasta 95 km/h, el SMN ha confirmado que Cosme no generará efectos sobre el territorio mexicano, gracias a su considerable distancia de las costas nacionales.
El fenómeno Cosme se produce en un contexto de intensa actividad ciclónica en el Pacífico, donde se anticipa que la temporada de huracanes de este año será más activa y destructiva. Las proyecciones sugieren que podrían formarse hasta 37 ciclones con nombre, de los cuales se espera que al menos cinco impacten de alguna manera a México. Este pronóstico se basa en el análisis de patrones climáticos y en la experiencia de temporadas pasadas, lo cual ha llevado a los meteorólogos a considerar la creación de una nueva categoría para huracanes más intensos.
En paralelo a Cosme, el SMN ha informado sobre la formación de la tormenta tropical Barbara, que se localiza a 265 kilómetros al sur-suroeste de Punta San Telmo, Michoacán, y a 325 kilómetros al suroeste de Zihuatanejo, Guerrero. Barbara, que presenta vientos de hasta 95 km/h, podría intensificarse a huracán de categoría 1 en las próximas horas. Sin embargo, al igual que Cosme, tampoco se prevé que Barbara impacte directamente en tierra, aunque sí se anticipan lluvias muy fuertes en diversas entidades del occidente del país.
Las banderas de alerta ya ondean en Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero debido a las condiciones climáticas que se esperan por la influencia indirecta de Barbara. Se prevé que el oleaje alcance alturas de hasta 5 metros en algunas playas, causando una alerta para los pescadores y bañistas. El SMN también alerta sobre la posibilidad de lluvias muy fuertes, que podrían dejar acumulados de entre 50 a 75 milímetros, además de rachas de viento que podrían llegar a los 90 km/h, lo que representa un riesgo adicional para la población en estas zonas.
Finalmente, la temporada de huracanes de este año recuerda a la de 2024, cuando varios ciclones, incluyendo el huracán John y la tormenta Alberto, causaron estragos en diversas regiones. La memoria de esas tragedias sigue fresca, especialmente tras los informes que indicaron varias víctimas fatales y daños significativos en comunidades afectadas. Por ello, es vital que se mantenga la vigilancia sobre los fenómenos meteorológicos y que la población esté preparada ante cualquier eventualidad que podrían traer las tormentas, aunque por el momento Cosme y Barbara, a pesar de su intensidad, no presentan una amenaza directa para México.






