Un fuerte terremoto de magnitud 7,7 ha sacudido este viernes por la mañana Birmania, generando una onda de choque que se sintió en regiones vecinas, incluyendo Tailandia y China. El epicentro del seísmo se localizó a apenas 10 kilómetros de profundidad cerca de Mandalay, que es una de las ciudades más pobladas del país, con aproximadamente 1,2 millones de habitantes. Desde primeras horas de la mañana, se reportaron fuertes temblores que causaron alarma entre los residentes y turistas en la región.
En Tailandia, el impacto del terremoto fue evidente con el desbordamiento del agua en las piscinas de las terrazas de numerosos edificios en Bangkok. Los ciudadanos que se encontraban en la capital tailandesa compartieron en redes sociales imágenes del caos que se originó debido al temblor. Estos episodios sísmicos no solo generaron pánico, sino que también condujeron a múltiples evacuaciones en edificios de gran altura, donde se temía por la seguridad de los ocupantes.
Informes iniciales indican que hay decenas de personas atrapadas bajo escombros en Bangkok, donde un rascacielos ha colapsado por completo a raíz del seísmo. La situación ha generado una gran preocupación entre las autoridades y los ciudadanos, quienes están buscando noticias sobre sus seres queridos y la magnitud de los daños. Los operativos de rescate han comenzado a desplegarse con urgencia en las áreas afectadas para atender a las víctimas y evaluar la situación.
Las autoridades tailandesas han declarado que están en contacto con sus contrapartes en Birmania para coordinar esfuerzos de ayuda y alivio. Por su parte, el gobierno birmano también ha iniciado una evaluación de daños en Mandalay y sus alrededores, donde se espera que los daños sean significativos. Personal de emergencia y equipos de rescate han comenzado a llegar a las zonas críticas para llevar a cabo operaciones de búsqueda y rescate.
A medida que avanza la jornada, se espera que los informes sobre las consecuencias del terremoto comiencen a llegar. Los expertos en sismos están monitoreando la situación de cerca, alertando sobre la posibilidad de réplicas en las horas y días siguientes. La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos en la región, ofreciendo su apoyo ante esta crisis natural que afecta a miles de personas en Birmania y sus vecinos.
