Transelec, una de las principales empresas de transmisión de energía del país, se enfoca en el desarrollo de nuevos estándares sostenibles bajo el liderazgo de Paola Basaure, vicepresidenta de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad.
Hoy en día, la sostenibilidad es un atributo fundamental para el desarrollo de las empresas de Chile y el mundo.
Esa capacidad de satisfacer las necesidades del presente, enfrentarse a los desafíos modernos y no comprometer ni impactar a las generaciones futuras es un motor que cambia el paradigma empresarial hacia repensar la forma de hacer negocios y entregar servicios.
Paola Andrea Basaure Barros, quien ocupa el cargo de vicepresidenta de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad en Transelec -la empresa de transmisión de energía más grande del país- está liderando con su experiencia diferentes iniciativas destinadas a abordar estos desafíos de manera integral.
De esta manera, Transelec adopta un enfoque proactivo para enfrentar los desafíos de la transición energética, integrando consideraciones ambientales, laborales, sociales y económicas en su estrategia sostenible y el desarrollo de infraestructura.
La sostenibilidad según Transelec
Las acciones sostenibles, además de formar parte de una política integral y transversal, combinan la viabilidad económica con la responsabilidad ambiental y social. Son fundamentales para avanzar hacia una economía más justa y ecológica.
La sostenibilidad no se limita únicamente a las inversiones y la gestión empresarial, sino que también considera las necesidades crecientes de las comunidades y las futuras generaciones.
Basaure lo explica: “El Grupo Transelec cuenta con más de 80 años de historia construyendo y operando infraestructura para la transmisión de energía en el país. Es una empresa multinacional, con operaciones en Perú, que gracias a su experiencia y visión estratégica ha desarrollado proyectos de envergadura e innovado en nuevas metodologías y tecnologías”.
Transelec opera bajo estrictos estándares basados en una política interna integral de seis pilares de sostenibilidad: trabajadores, medio ambiente, comunidad, integridad, colaboración y calidad.
Estos fundamentos son esenciales para el diseño de liderazgos, iniciativas y oportunidades en todas las áreas de la compañía, alineándose con su visión estratégica.
En este sentido, las acciones sostenibles impulsadas por Transelec se centran en aspectos clave como:
- Valor por las personas: las empresas deben comprometerse transversalmente con la seguridad y salud de sus trabajadores y colaboradores, promoviendo espacios y ambientes laborales que contribuyan a su desarrollo.
- Respeto por el medio ambiente: cuidar y preservar los entornos naturales y sociales a través del uso eficiente de los recursos en cada actividad. Adicionalmente, las empresas deben jugar un rol activo en la mitigación y adaptación de sus proyectos con la comunidad.
- Comunidad y colaboración: construir y promover vínculos de confianza con comunidades y autoridades como parte de procesos de participación y diálogo.
Sostenibilidad como pilar para el progreso
Desde su cargo en la compañía, Paola Basaure destaca cómo Transelec fortalece su vínculo con la ciudadanía y las autoridades a través de pilares fundamentales que guían tanto sus políticas internas como sus servicios a los clientes.
“Desde la perspectiva social, la sostenibilidad es sinónimo de equidad y participación activa, garantizando que los beneficios de la transición energética y otros avances sean compartidos y accesibles para todos los miembros de la comunidad”, reflexiona Basaure.
Además, Basaure agrega que los desafíos deben ser vistos como oportunidades para estandarizar y mejorar los procesos: “El Informe sobre Transición Energética en América Latina indica que más del 40% de las empresas eléctricas considera que la transición a fuentes de energía renovable es una prioridad absoluta. Esto debe reflejarse no solo en intenciones, sino en acciones, innovación, diálogo constante y búsqueda de nuevas formas de trabajo”, remata.
La importancia de aplicar estas prácticas radica en las regulaciones modernas que, para algunas empresas, son consideradas desafíos operativos. El trabajo en torno a la sostenibilidad se vuelve progresivamente más estricto a medida que el mundo avanza. Esto significa que la adopción de nuevas visiones y políticas debe ser obligatoria.
¿Por qué? El progreso demanda cambios en la eficiencia energética, la adopción de energías renovables, nuevas tecnologías y la erradicación de prácticas obsoletas. Sin embargo, con la creciente amenaza del cambio climático, estos esfuerzos deben complementarse con acciones concretas para asegurar que el desarrollo de hoy no impacte negativamente a las generaciones futuras.
Basaure Barros explica que “la integridad empresarial debe promoverse para fortalecer la confianza con las partes interesadas, generar colaboración activa con las localidades mediante inversión social y procesos de participación para mitigar impactos”.
Desde su experiencia, Paola Basaure conoce bien el diálogo y la gestión de proyectos, con un vasto conocimiento de estos procesos. “La participación ciudadana en todo tipo de proyectos, especialmente los de energía, es la etapa más relevante. Esto garantiza no solo el desarrollo, sino también la aceptación social de estas iniciativas”, señala.
La conclusión radica en reconocer las necesidades, identificarlas y, en base a ello, planificar y diseñar. Esto permite la adopción de nuevos estándares y posiciona a empresas como Transelec como líderes. ¿Qué se necesita para lograrlo? Según Basaure, consultas públicas, talleres, discusión pública y coordinación con autoridades locales son parte de un diseño horizontal que permite supervisar cada una de las necesidades de la comunidad.