El Ibex 35 ha cerrado esta semana con una notable victoria, marcando su mejor desempeño en los dos últimos años al acumular ganancias superiores al 5%. Este hito ha sido impulsado por una combinación de factores, incluidos el alivio en las tensiones comerciales y la reciente decisión del Banco Central Europeo (BCE) de disminuir las tasas de interés, un movimiento que estaba anticipado por los mercados. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, desestimó la posibilidad de recesión según el Fondo Monetario Internacional, a pesar de subrayar que las tensiones entre naciones sí impactan de manera importante en el crecimiento económico y en la inflación, una afirmación que resulta crucial en la actualidad.
Mientras tanto, en Wall Street, el ambiente es diferente, caracterizado por turbulencias que afectan especialmente a las empresas tecnológicas – sector que desempeña un papel significativo en los índices Nasdaq y S&P 500. Las palabras de Donald Trump, que se han centrado en China y en la política monetaria del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, añaden más incertidumbre a este contexto. Con este telón de fondo, el Ibex 35 brilla con fuerza, indicando un desmarque respecto a la situación norteamericana y sugiriendo que los inversores están encontrando en la bolsa española una opción más estable en comparación con otros mercados.
Con 11,5% de avance en el año, el comportamiento del Ibex 35 ha sido notablemente positivo. Aunque el jueves cerró con caída del 0,19%, esto no empaña la solidez que ha mostrado a lo largo de la semana, beneficiándose de la calma generalizada y la ausencia de nuevos frentes de conflicto. Al cierre, sectores como energía y telecomunicaciones, fueron los protagonistas de la jornada, con valores destacados como Repsol y Telefónica, que llevaron en gran parte al índice hacia arriba, a pesar de que otras compañías como Acciona Energías Renovables y Bankinter experimentaron pérdidas significativas.
En el ámbito de la política monetaria, el BCE ha anunciado su séptima reducción de tasas desde junio, ahora situando los tipos en el 2,25%. Si bien este movimiento es bien recibido por los mercados, Lagarde fue cauta al recalcar que la situación económica sigue siendo frágil y que cada decisión debe basarse en datos concretos, sin predicciones a largo plazo. Esta fase de políticas de tasas bajas sugiere que el BCE está intentando equilibrar el crecimiento con los riesgos inflacionarios planteados por una economía global aún volátil.
Por otro lado, el ámbito bancario europeo también ha visto movimientos importantes, con Banco Santander tomando la delantera al ser el banco de mayor capitalización en Europa continental, desbancando al suizo UBS. Al mismo tiempo, BBVA avanza en su intención de fusionarse con Banco Sabadell, un proceso que ha sido respaldado por la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC). Sin embargo, en un contexto donde las tensiones comerciales continúan, los aranceles impuestos por Trump pueden alterar esta dinámica, lo que genera un ambiente de cautela en la toma de decisiones empresariales y en las previsiones de crecimiento económico en la eurozona.






