La reciente colaboración entre SunSolution y Reduze, cofinanciada por Corfo y Lipigas, ha dado un paso significativo hacia la descarbonización de la industria minera en Chile. Esta innovación culminó en el pilotaje de la primera caldera híbrida del país, que combina hidrógeno verde (H₂V) y gas licuado de petróleo (GLP). Realizada en el Centro Nacional de Pilotaje (CNP) en Minera San Pedro, ubicada en Til Til, esta prueba no solo marca un avance tecnológico, sino que también resalta el compromiso de Chile con la transición energética y la reducción de emisiones en el sector industrial.
Los resultados del pilotaje han sido contundentes: la combinación del 50% de hidrógeno verde y GLP ha logrado reducir las emisiones de CO₂ en un 50%. Matías Castro, gerente técnico del CNP, explicó que, al sustituir parte del GLP por hidrógeno, se mantuvo la eficiencia de combustión, lo que subraya la viabilidad tanto técnica como ambiental de esta mezcla. «Este hito confirma la posibilidad de operar con diferentes porcentajes de hidrógeno, abriendo un abanico de oportunidades para la diversificación de suministros y la transición energética», afirmó Castro, destacando el impacto positivo de esta tecnología en los procesos productivos.
La demostración en las instalaciones de Minera San Pedro fue un evento clave, donde se reunieron representantes del Ministerio de Medio Ambiente y diversas empresas del sector minero y energético. Durante esta presentación, Andrés Guerrero, gerente general de Minera San Pedro, enfatizó la importancia del aprendizaje obtenido sobre el uso del hidrógeno verde, resaltando que la implementación de nuevas tecnologías limpias requiere un enfoque riguroso en la operación y mantenimiento. Este enfoque no solo promueve un uso responsable de los recursos, sino que también garantiza la efectividad de estas innovaciones en el tiempo.
El aspecto tecnológico más destacado de esta caldera híbrida es su quemador dual, que permite mezclar combustibles directamente en el sistema sin la necesidad de un tanque de premezcla. Esta característica aporta flexibilidad y escalabilidad, permitiendo que la tecnología se adapte a diversas calderas con mínima intervención. Las pruebas de validación se llevaron a cabo bajo condiciones operativas, donde se midieron las emisiones de CO₂, O₂ y óxidos de nitrógeno (NOₓ) en diferentes niveles de potencia, marcando un precedente en el desarrollo de soluciones energéticas limpias y eficientes que podrían ser replicadas en distintas industrias.
Con este exitoso pilotaje, se vislumbra un futuro prometedor para el uso de hidrógeno en diversas aplicaciones industriales. Jorge Varas, gerente general de SunSolution, afirmó que este desarrollo no solo valida la viabilidad del hidrógeno verde, sino que también establece un modelo para su incorporación en diferentes sectores, incluyendo la agricultura y la producción química. Luis Berríos, de Reduze, añadió que la implementación de estas tecnologías puede reducir significativamente las emisiones y los costos energéticos, sugiriendo que el hidrógeno se convertirá en un pilar fundamental en la estrategia de descarbonización de Chile hacia 2030.






