En el Mes del Bastón Blanco, se rinde homenaje a la importancia de las herramientas tecnológicas y aplicaciones que permiten a las personas con discapacidad visual moverse y acceder a servicios de manera independiente. Este periodo, que culmina con el Día Mundial del Bastón Blanco, simboliza la lucha por la autonomía y la movilidad de un porcentaje significativo de la población chilena. Según el Censo 2024, el 11,1% de los chilenos de cinco años o más presenta algún tipo de discapacidad, siendo los problemas de visión uno de los desafíos más frecuentes que enfrentan. Este panorama subraya la urgencia de crear entornos más accesibles en los que todas las personas puedan desenvolverse con confianza y seguridad.
Jonathan Chacón, Ingeniero de Software Accesible, enfatiza que ‘la accesibilidad no es un objetivo que se alcanza y se deja de lado’, al referirse a la labor continua necesaria para sostener las soluciones y facilitar la movilidad de las personas con discapacidades. Algunos avances significativos se han visto en plataformas como Cabify, que ha incorporado funciones inclusivas específicamente diseñadas para beneficiar a personas ciegas, así como a aquellos con movilidad reducida. La implementación de mensajes de voz sobre el estado del viaje y un sistema de chat accesible son ejemplos de cómo la tecnología puede hacer una diferencia notable en la vida diaria de estas personas. En 2024, más de 670.000 usuarios utilizaron estas funcionalidades, reflejando su impacto positivo en la autonomía y participación de este grupo en la sociedad.
Además de las innovaciones en el transporte, la aplicación Lazarillo se distingue por su enfoque en la orientación y la navegación. Mediante soluciones de geolocalización, esta plataforma brinda a las personas con discapacidad visual información sobre rutas accesibles y notificaciones sobre obstáculos, permitiéndoles desplazarse con mayor independencia. Las alertas sobre puntos de interés y cambios en el entorno urbano son características que favorecen la seguridad y la confianza de los usuarios. Así, Lazarillo no solo facilita el movimiento, sino que también promueve la inclusión social al permitir que las personas con discapacidad visual participen de manera activa y sin restricciones en diversas actividades.
Otro avance que merece destacarse es la función de asistencia remota ofrecida por Be My Eyes, una aplicación que conecta a personas con discapacidad visual con voluntarios mediante video en tiempo real. Esta herramienta innovadora permite a los usuarios recibir ayuda en tareas cotidianas, como identificar objetos, leer documentos o interpretar señales en su entorno. Conectar a personas que necesitan apoyo con voluntarios dispuestos a ayudar no solo incrementa la autonomía en las actividades diarias, sino que también fomenta una comunidad más solidaria y consciente de las dificultades que enfrentan quienes viven con discapacidad visual.
El Mes del Bastón Blanco no solo celebra los logros alcanzados, sino que también recuerda que aún queda un largo camino por recorrer en la búsqueda de equidad y accesibilidad para las personas con discapacidad visual. La inversión en tecnologías de asistencia, la promoción de políticas públicas inclusivas y la educación sobre la discapacidad visual son pilares fundamentales que deben ser reforzados. Es imperativo trabajar continuamente en la creación de herramientas y recursos que hagan la vida más fácil a quienes enfrentan estos desafíos, garantizando así un futuro donde todos puedan moverse y acceder a servicios con plena autonomía y dignidad.






