La tendencia del «Bed Rotting» ha capturado la atención de la Generación Z, especialmente a través de plataformas como TikTok, donde los jóvenes comparten vídeos y experiencias relacionadas con esta práctica. Este término, que traducido significa «pudrirse en la cama», se refiere a pasar largos periodos de tiempo en la cama realizando diversas actividades, como ver series, jugar videojuegos o simplemente desplazar el dedo sobre las redes sociales, todo con el objetivo de desconectar y encontrar un momento de relajación. Aunque estas acciones no son nuevas en sí mismas, la denominación y la popularidad de esta actividad se han incrementado notablemente en los últimos tiempos, resaltando una búsqueda de autocuidado en un contexto donde la presión y la productividad son omnipresentes.
Fue la influencer g0bra77y quien popularizó el término en 2022, convirtiéndose en el rosto de esta tendencia. Su vídeo, donde se pregunta sarcásticamente si a alguien le gusta realmente «pudrirse en su cama», se volvió viral, alcanzando más de 1,4 millones de visualizaciones. Este fenómeno refleja cómo las redes sociales pueden pivotar conceptos de autocuidado y descanso en una era donde la salud mental se ha vuelto un tema de conversación crucial entre los jóvenes. La práctica de bed rotting puede considerarse una respuesta adaptativa ante un mundo saturado de exigencias externas.
Sin embargo, el cuestionamiento sobre la validez de esta tendencia es pertinente. Pasar largos períodos en la cama puede ofrecer un alivio temporal para la ansiedad y el estrés, pero expertos advierten los posibles riesgos que puede acarrear. En un estudio realizado por la Academia Americana de Medicina del Sueño, se revela que el 24 % de la generación Z ha adoptado esta práctica como un método para lidiar con el ajetreo diario. Si bien estas escapadas ociosas pueden parecer inofensivas, es crucial identificar cuándo esta práctica es realmente beneficiosa y cuándo puede tornarse perjudicial.
Las repercusiones negativas del bed rotting se vuelven evidentes cuando se lleva a cabo de manera prolongada. Los efectos del sedentarismo pueden ser devastadores, incluyendo el aumento de enfermedades crónicas como la obesidad y problemas cardíacos. Por otra parte, el uso excesivo de dispositivos electrónicos en la cama puede alterar los patrones de sueño y provocar insomnio, al romper la asociación que el cerebro tiene entre la cama y el descanso nocturno. Así, aunque pueda parecer un refugio de confort, el bed rotting debe ser adoptado con moderación para evitar sus consecuencias adversas.
Ante la creciente popularidad del bed rotting, expertos sugieren alternativas más saludables para combatir el estrés y promover el autocuidado. Actividades como practicar ejercicio, dar paseos al aire libre, leer, o incluso meditar son recomendaciones que pueden ofrecer beneficios similares sin los riesgos asociados a permanecer inactivo por largas horas. En resumen, la tendencia puede ser vista como una forma de autocompasión en tiempos complicados, pero siempre debe ser ejercida con moderación y consciencia de sus efectos en la salud física y mental.






