En el marco de ETMday 2024, tuvo lugar un enriquecedor encuentro encabezado por Sarah Russo, socia de Casaideas, y Valentina Urzúa, reconocida influencer y creadora de Soy Tendencia. Este evento reunió a una veintena de asistentes, quienes participaron en una conversación franca sobre emprendimiento, negocios y la familia, brindando una oportunidad única para que las nuevas emprendedoras reciban consejos valiosos. Durante la charla, Sarah Russo compartió su perspectiva sobre los desafíos de liderar un emprendimiento, heredado de su padre, el fallecido empresario fundador de Casaideas. En su intervención, destacó la importancia de construir una marca personal sólida, enfatizando la necesidad de definir el propósito del negocio desde el inicio.
Sarah reflexionó sobre el significado de ser parte de la marca Casaideas, destacando que es fundamental no solo ser la sucesora de un legado empresarial, sino también forjar una identidad propia. «Tengo un Casaideas, tengo un Mauricio Russo, pero esta soy yo», afirmó, subrayando cómo la autenticidad personal debe integrarse en la filosofía de la marca. Para ella, el verdadero éxito empresarial radica en tener un corazón bien definido que dirija el rumbo de la compañía. Recordó que en Casaideas, el enfoque fue siempre llevar el diseño a los hogares con productos accesibles y funcionales, fomentando un ambiente de respeto y colaboración entre todos los miembros del equipo.
En línea con esta reflexión, Valentina Urzúa aportó su perspectiva sobre la necesidad de la flexibilidad en los emprendedores, animándolos a experimentar con diferentes modelos de negocio. Esto forma parte de su estrategia en Soy Tendencia, donde han aprendido a adaptarse y encontrar lo que realmente resuena con su audiencia. Sarah Russo complementó esta idea asegurando que los errores son parte del proceso de aprendizaje y que caerse no es sinónimo de fracaso. Recordó cómo Casaideas enfrentó dificultades en el pasado, incluida una crisis con despachos, donde decidieron hacer público su error, un acto que resuena con sinceridad y transparencia en la relación con sus clientes.
En términos de formación del equipo, tanto Sarah como Valentina coincidieron en la importancia de alinear los valores de los colaboradores con los de la empresa. Valentina sugirió que, en el proceso de contratación, es fundamental establecer una conexión basada en la honestidad y el esfuerzo, principios que ella aprendió en su propia familia. «No juzgar y decir lo que piensas son valores esenciales para construir un buen equipo de trabajo», subrayó Urzúa, reafirmando que compartir principios puede facilitar una dinámica laboral más efectiva.
Finalmente, se abordó un tema delicado pero crucial: la maternidad y la necesidad de contar con un equipo de confianza. Valentina dio un testimonio personal sobre cómo al convertirse en madre, decidió delegar más responsabilidades, empoderando a dos de sus colaboradores a asumir roles de liderazgo. Sarah respaldó esta idea argumentando que es esencial para un emprendedor no ser indispensable en su propio negocio, para permitir que este continúe prosperando sin su presencia constante. Ambas líderes instaron a los emprendedores a reconocer que su empresa debe ser capaz de funcionar de manera autónoma, enfatizando la importancia de formar un equipo sólido en el que puedan confiar.
